
Para llevar adelante una vida con serenidad, salud, ganar en armonía y calidad de vida, el método Trager invita a experimentar sensaciones de ligereza, libertad, suavidad y fluidez, y lo hace a través del movimiento corporal y del contacto cálido y respetuoso de un profesional.
Milton Trager (California, 19081997) fue durante su juventud boxeador, acróbata y bailarín. Consciente del gran esfuerzo que requerían sus entrenamientos, intentó adoptar una actitud diferente hacia su propio cuerpo. Quería mejorar su rendimiento pero también experimentar más placer. Buscaba un movimiento más libre, más suave, más ligero. Descubrió que su mente podía transmitir un mensaje de ligereza y de libertad a sus músculos y a sus manos y que a través de sus manos también podía transmitir ese mensaje a la mente y a los tejidos de otra persona. Posteriormente, estudió la carrera de Medicina y en 1975 presentó su trabajo en público por primera. Hoy, su método se enseña en más de 22 países.
El método Trager invita a la persona a llevar la atención sobre su propio cuerpo. Se establece entre ellos una conexión a través del cuerpo del receptor. Una vez en sintonía, el profesional transmite un mensaje de ligereza y libertad a sus manos, gracias al cual contacta con los tejidos del receptor para llegar en último término a su mente inconsciente, donde quedan registradas las sensaciones de sus experiencias vitales y en cuyo origen se encuentran las tensiones y los bloqueos.
Por eso, se dice que el método Trager no es un masaje, sino un mensaje. Con curiosidad, el profesional busca un movimiento cómodo, sin esfuerzo, que se ajuste a los ritmos corporales del receptor. Al mismo tiempo, este encontrará un camino para llegar al movimiento en su propio cuerpo con las mismas cualidades que usa el profesional.
Mediante la atención se activa el cerebro y el sistema nervioso, se abre un espacio nuevo y se graba en la memoria inconsciente la realización de un movimiento ajeno a las tensiones que antes producían dolor. El cuerpo y la mente se liberan así del malestar.
El Dr. Trager sostenía que la conexión (la apertura a las sensaciones corporales) no se aprende con palabras, sino con la experiencia. Y afirmaba que la conexión es tan importante que alguien no conectado que conozca la técnica no obtendrá buenos resultados, mientras que alguien bien conectado que no conozca la técnica, sí.
¿Cómo se practica el método Trager?
Una parte de la sesión se realiza recostado: la persona descansa sobre una camilla, vestida con ropa cómoda. El profesional, a través de un contacto cálido, respetuoso e inspirador de confianza, aplica sutiles movimientos ondulatorios, tracciones, elongaciones, compresiones y vibraciones que, sintonizando con el receptor, reverberan por su cuerpo transmitiendo a su sistema nervioso central y al cerebro lo libre y ligero que puede sentirse.
El sistema muscular se relaja y las articulaciones responden con un movimiento más libre, más fluido y más completo. Cada tanto, el profesional abandona el contacto físico: son pausas refrescantes que necesita para volver a la presencia, a sentir el peso de las manos o el contacto de la tierra bajo sus pies. En ellas, quien está recostado en la camilla recupera también sus impresiones corporales y las verbaliza.
Como el profesional no ha de realizar un esfuerzo, este tampoco se transmite a la persona. El trabajo del método Trager fluye a través de él. El arte del movimiento empleado en el método Trager difiere de otras técnicas que fuerzan los tejidos, y que llegan incluso al dolor. Estas otras técnicas bloquean más el cuerpo y la mente ya que, cuando se encuentra un área de tensión, hay que abordarla de forma suave y ligera para ayudar a la persona a evocar cómo se siente libre de resistencia.
La segunda parte de la sesión la conforman los ejercicios Mentastics (palabra creada a partir de los términos «mental» y «gimnasia»). Se trata de una gimnasia creativa suave dirigida por la mente para aliviar al cuerpo de sus tensiones y encontrar mayor bienestar. Sirve para reforzar y prolongar los efectos de los nuevos patrones de movimiento que se liberan en el tratamiento en camilla y se practica entre sesiones. Una sesión dura entre 60 y 90 minutos, y no se usan aceites ni lociones.
Mentastics consiste en movimientos vibratorios o que aprovechan la gravedad para liberar el cuerpo y otorgarle mayor relajación y facilidad de movimiento. La persona no imita al profesional sino que crea el movimiento que este le sugiere. Este movimiento debe estar libre de esfuerzos y ser lo más cómodo posible. La mente guía el movimiento preguntándose acerca de las cualidades ideales del movimiento corporal: suavidad, ligereza, libertad, facilidad, fluidez… Han de ser preguntas realizadas con una actitud abierta, curiosa, paciente y relajada. Con confianza en la sabiduría del cuerpo, la respuesta llega en forma de sensación. El intento implica un esfuerzo, y todo esfuerzo genera una tensión. En vez de intentar realizar algo, hay que dejar que aparezca.
El método, posee dos características fundamentales:
- Considera que los patrones corporales que llevan a la enfermedad reproducen los patrones mentales. De modo que si se consigue desbloquear los patrones mentales, se desbloquearán los corporales.
- Los movimientos que propone el método afectan positivamente a las tensiones liberadas durante una sesión con un profesional. Al deshacer el patrón mental que las producía, estas no reaparecen.

Beneficios del método Trager
El método ha sido utilizado con éxito para solucionar desde problemas de espalda hasta dificultades psíquicas.
Sus beneficios son múltiples:
- Incrementa la movilidad.
- Elimina la tensión excesiva porque mejora la coordinación y la postura y desbloquea las articulaciones.
- Proporciona una relajación profunda llena de energía y vitalidad.
- Desarrolla la sensibilidad física y la conciencia corporal.
- Favorece la paz interior, la lucidez y la intuición.
- Aumenta la elasticidad de los músculos y la piel.
- Activa la circulación del fluido linfático.
Los beneficios y virtudes del método son posibles gracias a la presencia del profesional que imparte el método y su conexión con la persona que lo recibe. Durante una sesión de Trager, el experto se mantiene en un estado de atención física, mental y espiritual para sintonizar con el presente, lo que engloba el momento, las sensaciones de su propio cuerpo, el lugar en el que está y la persona con la que trata.
3 ejercicios del método Trager para desestresarse
Apertura y expansión
Los movimientos Mentastics no están basados en la contracción, sino en la apertura y la expansión de los tejidos. Se han de realizar con una actitud curiosa para descubrir y explorar las sensaciones corporales, como si se tratara de un juego. En este ejercicio, lleva primero una muñeca por encima de la otra y entrelaza los dedos de las manos desde esta posición. Eleva los brazos por encima de la cabeza.
A continuación, lleva el peso sobre el pie y la pierna derechos e inclina el torso hacia el lado opuesto, el izquierdo. Debés notar la elongación de todo el costado derecho, desde el pie hasta la mano. Regresá a la posición central, observá las sensaciones y repetir. Después, realiza el ejercicio hacia el otro lado, prestando atención a las respuestas que se dan en el cuerpo. Los Mentastics pueden inducir un estado de gran relajación y paz.
Volar con los brazos
De pie, con los pies separados, rotar el tronco hacia la izquierda. Los pies no deben moverse del suelo y la mirada deber guiar el movimiento. Desplazá los brazos naturalmente hacia ese lado. Con un impulso suave, sin interrumpir el movimiento, rotar el tronco a la derecha. Notá cómo los brazos casi vuelan. Si lo deseás, con el giro a la derecha, desplazá el peso al pie derecho y con el giro a la izquierda, al izquierdo. Se trata de ir de menor a mayor movimiento al rotar y de mayor a menor al regresar al centro.
Columpio
Los movimientos trager crean la curva ondulatoria de una ola. La resonancia de esta ola se propaga a través de todo el cuerpo, desbloqueando y aligerando el cuerpo y la mente. En el movimiento del columpio se empieza lanzando los brazos hacia la derecha y hacia arriba ayudándose de una ligera flexión de las rodillas. Siguiendo un desplazamiento natural del peso hacia la derecha, estirar la pierna derecha y los brazos quedan suspendidos en el aire como si se tratara de un columpio. Flexionar las rodillas ligeramente dejando caer los brazos, dejando que pasen por delante del cuerpo y se dirijan hacia la izquierda. Desplazar el peso hacia la pierna izquierda. Repetir varias veces, regresar al centro y percibir el cuerpo.