
La hipertensión, o tensión arterial alta, es cada vez más frecuente en los países desarrollados y un factor de riesgo importante de enfermedad cardiovascular o derrame cerebral. Puesto que la tensión es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias cuando la bombea el corazón, los factores que influyen son muchos. Puede aparecer hipertensión:
- Por un aumento del volumen sanguíneo, debido a una alteración renal y una mala regulación del sodio, aunque el hígado y el bazo también están implicados en los niveles del volumen de sangre;
- Por mal estado de las arterias o acumulación de calcio en las paredes;
- Por la alteración de la vasodilatación y la vasoconstricción debida a estrés, estimulantes o mala alimentación.
Entre los alimentos que hay que evitar, se encuentran azúcares, alcohol, regaliz, picantes, sodio y los productos que lo contienen (embutidos, quesos, conservas, etc). Se aconseja reemplazar el consumo de sal por cantidades moderadas de algas marinas, tamari o miso y agua de mar, o especias (no picantes), hierbas aromáticas y ajo.
Por otro lado, además de evitar algunos alimentos, también debemos aumentar la ingesta de otros alimentos que favorecen el control de la tensión arterial:
- Alimentos ricos en potasio, ya que el potasio compensa el efecto del sodio sobre la distribución de líquidos corporales
- Alimentos ricos en compuestos fitoquímicos que dilatan las arterias.
7 Alimentos que ayudan a regular la tensión arterial
El Ajo: es uno de los alimentos con más propiedades terapéuticas. Ayuda a purificar la sangre y es antibacteriano y antifúngico. En el caso de la hipertensión, actúa como vasodilatador de los capilares y las arterias. Se recomienda consumir al menos 1 diente al día, crudo o cocido, en salsas, salteados o cremas.
Los alcauciles: ricos en potasio y con propiedades diuréticas, favorecen la eliminación de líquidos del organismo y, como consecuencia, disminuyen la tensión arterial. Además, benefician la función hepática. Comer 2 o 3 alcauciles, unas dos o tres veces por semana.
El apio: favorece la eliminación de sodio por la orina y ayuda a disminuir el volumen de sangre en las arterias. Es aconsejable consumir 4 tallos al día en jugos de frutas, de verduras, ensaladas, cremas o cocidos.
La cebolla: tiene propiedades similares a las del ajo. Favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y la buena circulación. Es imprescindible incorporarla en la dieta a diario. Consumir 1 cebolla al día, cruda o cocida. Si se consume cruda, mejor marinada con vinagre de manzana.
Las legumbres: Son alimentos reguladores a diferentes niveles, ya que aportan mucha fibra, proteínas, vitaminas y minerales. Ingerir legumbres 4-5 veces por semana en forma de hummus, en ensaladas, potajes o sopas.
La canela: ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Las glucemias altas provocan un estado inflamatorio que incide en el mal funcionamiento del sistema vascular y circulatorio. Cada día conviene añadir una pizca a cualquier plato, como compotas de frutas.
La pera: es muy rica en agua y está prácticamente libre de grasas. Una de las frutas que más potasio (y menos sodio) contiene. Ejerce una función diurética y regula la tensión. Se recomienda comer una pera unas cuatro veces por semana.