
La temporada otoñal es la adecuada para tonificar la energía defensiva del organismo, activar la inmunidad, desintoxicar el intestino grueso y repoblar su microbiota, purificar los pulmones y realizar ejercicios de respiración. Según lo que comamos, el sistema inmunitario tendrá más capacidad para prevenir los resfríos. Necesitamos aumentar la ingesta de alimentos tibios y calientes y, disminuir la cantidad de los productos crudos. También, se hace necesaria la ingesta de alimentos que hidraten las mucosas y que refuercen el sistema inmune.
Debemos evitar los productos que sobrecarguen el sistema digestivo y la función hepática. Azúcares, procesados con aditivos, sal en exceso y de mala calidad, alcohol y estimulantes no favorecen la prevención ni el tratamiento de los catarros. Tanto en otoño, como en primavera, es un buen momento para hacer una depuración o ayuno, para dar descanso al sistema digestivo, favorecer la eliminación de los excesos veraniegos y recuperar la vitalidad.
Consumir habitualmente determinados nutrientes es una manera de prepararse y sortear los resfríos y también de evitar que éstos se compliquen y ocasionen un cuadro más grave como ser la bronquitis o la neumonía. Cabe destacar que la combinación de oligoelementos como el cobre y el zinc es también ideal para la prevención de cuadros gripales.
- La pera
Encontramos peras todo el año y son ideales para hidratar las mucosas. Según la medicina tradicional china (MTC), las peras tienen afinidad con los pulmones y los intestinos, los lubrifican. Por eso, es aconsejable ingerir esta fruta día por medio.
- El Coliflor
Es una de las verduras que más ayuda a la prevención de resfríos, y muy rica en minerales y agua. Además, es ligeramente dulce y se puede cocinar de muchas maneras. Se recomienda su consumo dos veces por semana.
- Los hongos de estación
Son la alegría gastronómica del otoño, y si las introducimos en nuestra alimentación estos meses, tonificaremos el sistema inmunitario y nos fortaleceremos. Es aconsejable consumir diferentes variedades.
- La cebolla
Destaca por sus propiedades antibióticas. No es un sustituto, pero si la incorporamos en nuestra dieta de manera diaria, podemos lograr que evitemos consumir antibióticos. Además, la cebolla lubrifica y tonifica el sistema respiratorio y los pulmones. Es recomendable comer hasta 2 cebollas al día.
- El jengibre
De sabor ligeramente picante, nos ayuda a mejorar la digestión y calienta el organismo porque moviliza la energía. Es adecuado tanto para la prevención de resfríos como para su tratamiento. Conviene consumirlo diariamente, tanto en infusión como en ensaladas.
- La mandarina
Es un fruta muy rica en vitamina C, una vitamina conocida por su acción positiva en el sistema inmunitario. Se aconseja consumir 2 mandarinas unas cuatro veces a la semana. Además de comernos su pulpa, podemos hacer infusiones con la piel y una ramita de canela.

- El ajo
Es uno de los alimentos con más actividad antibiótica, antimicótica y antivírica. Moviliza la energía, calienta y saca el frío del organismo. Para aprovechar mejor sus propiedades, debemos consumirlo crudo y deshidratado. Es aconsejable ingerir mínimamente, medio ajo por día.
- El tomillo
Esta planta tonifica el sistema inmunitario y previene las infecciones por virus. Es un poderoso antibacteriano, reduce la fiebre, calma la tos y favorece la expulsión del exceso de moco. Se puede tomar también en infusión, una por día.