¿Cómo puedo mantener mi estado físico?

El sedentarismo se ha convertido en un problema grave. Gran parte de las personas pasan el día sentadas. Esto ha hecho que se disparen varios problemas de salud. El más grave de todos es la obesidad, la cual, a su vez, trae consigo otros males. Actualmente, los problemas cardiovasculares son la mayor causa de mortalidad en el mundo. Por suerte, se ha comprobado que el ejercicio físico reduce sensiblemente la probabilidad de sufrir un infarto agudo del miocardio. En cambio, quienes se mantienen sedentarios aumentan al doble el riesgo de sufrirlo.

Para mantener la forma física no es necesario realizar rutinas de ejercicios extenuantes. Una simple caminata diaria es suficiente para conservar la salud y una buena figura. Eso sin contar los beneficios psicológicos de este tipo de prácticas. Mantener la forma física depende directamente de los hábitos de vida. Hacer o no hacer ejercicio es sobre todo una costumbre. No se requiere ni de dinero, ni de grandes cantidades de tiempo para ejercitarse. Lo que sí se necesita es tener conciencia de autocuidado.

Lo mejor son los ejercicios suaves, constantes y regulares. Esto quiere decir que no es aconsejable combinar el sedentarismo con exigentes jornadas de gasto físico, de cuando en cuando. Esos cambios súbitos originan más problemas que beneficios. Lo que se recomienda es una caminata de 30 minutos al día. Es una excelente terapia para mantener la forma física y, además se ha comprobado que ayuda a mejorar a los hipertensos y los diabéticos y que es una manera de prevenir el envejecimiento precoz.

Una pequeña caminata diaria de 30 minutos trae incontables beneficios. El primero de ellos es el fortalecimiento del corazón. Esta actividad le ayuda al corazón a bombear la sangre con más eficacia. Las arterias se dilatan con el ejercicio y entonces la circulación mejora. Todo el organismo sale beneficiado. Si el objetivo es mantener la forma física, basta con 30 minutos de caminata al día. Si el propósito es bajar de peso, se requiere un poco más de tiempo. La grasa depositada en el cuerpo se empieza a quemar a partir de 20 o 25 minutos de actividad física. Esto quiere decir que para ver los efectos en la figura se necesitan unos 45 minutos diarios de caminata. Otro aporte de la caminata diaria es el de mejorar la salud mental. El ejercicio en general ayuda a disipar el estrés. También, contribuye a mejorar el estado de ánimo, la oxigenación del cerebro es mayor y esto incrementa la eficacia de las funciones cognitivas.

Cómo empezar a realizar caminatas

Lo primero es tomar la decisión de mejorar la calidad de vida y tomar conciencia de lo importante que es tener buena salud física y mental.  Debemos entender que una caminata diaria incrementa notablemente el bienestar.

Después de mentalizarse, es aconsejable seguir algunas recomendaciones para incorporar la rutina:

  • Destinar un tiempo para realizarla. Lo mejor es en la mañana o en la tarde y nunca cuando el sol sea más potente.
  • Lo ideal es realizar la caminata en compañía. Esto motiva más y hace más entretenida la práctica.
  • Emplear un calzado adecuado. Debe contar con un buen sistema de amortiguación y con un diseño que facilite la transpiración.
  • Utilizar la protección adecuada. En caso de que haya sol, siempre debe utilizarse protector solar. Si el tiempo es frío, llevar el abrigo necesario.
  • Antes de comenzar la caminata es necesario hacer estiramientos y un breve calentamiento para prevenir lesiones.
  • Lo mejor es dividir la caminata en etapas. Se comienza con un ritmo lento y poco a poco se va acelerando. Los últimos cinco minutos vuelve a bajarse el paso para ir enfriando el cuerpo.
  • Al terminar la caminata también conviene hacer estiramientos para proteger los sistemas muscular y óseo.
  • Es aconsejable acondicionar el cuerpo paulatinamente. Esto supone iniciar con caminatas breves e ir aumentando el tiempo y la dificultad.
  • La caminata diaria debe realizarse a un paso más rápido de lo normal. De lo contrario, los beneficios cardiovasculares no son tan significativos. Es importante mantener el ritmo diario, especialmente al comienzo. De este modo, el cuerpo y el cerebro interiorizarán la rutina y ésta se convertirá en un hábito.

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