Cómo seguir una dieta vegetariana estando embarazada

Las mujeres que llevan una alimentación que prescinde del consumo de carne se encuentran frente a una encrucijada al momento de afrontar el embarazo. Muchas de ellas dudan sobre las posibles consecuencias negativas de llevar una dieta vegetariana estando embarazada. ¿Es esto peligroso? La realidad indica que cualquier tipo de dieta tiene sus riesgos si no se tiene equilibrio en su conformación. Esto quiere decir que consumir carnes en exceso puede ser muy perjudicial para tu salud; del mismo modo, abstenerte de ellas tampoco redundará positivamente en tu organismo.

Durante el embarazo, las dudas y las preguntas se intensifican. Esto tiene sentido, dado que en la gestación las necesidades nutricionales de la madre varían ampliamente con respecto al resto de su vida. En en embarazo, hay dos funciones elementales a la que el organismo de la madre se aboca. La primera es proteger al feto en crecimiento y favorecer su maduración; la otra es cuidar el bienestar de la madre. Para ello, deberá contar con todos los nutrientes que son buenos para el organismo:

  • Proteínas: estas son muy importantes para la conformación de tejidos, músculos y huesos.
  • Hidratos de carbono: brindan la energía requerida para esta etapa de tanto desgaste.
  • Vitaminas y minerales: son complementos indispensables a los nutrientes principales antes citados.
  • Ácido fólico: entre muchas otras virtudes, sirve para crear glóbulos rojos y evita problemas como la anemia megaloblástica y posibles abortos.

Teniendo en cuenta lo anterior, no pueden faltar alimentos como las carnes magras, los huevos, el pescado, las legumbres, los frutos secos y los cereales. Los lácteos también serán necesarios y, por supuesto, el agua y los líquidos bajos en azúcar también. Finalmente, las frutas y verduras deben abundar en una dieta de embarazada.

Más allá de sus beneficios, seguir una dieta vegetariana estando embarazada puede causar ciertas carencias. Esto debe evitarse; lo ideal es buscar ayuda profesional para que ayude a planificar una alimentación conforme a lo que se pretende, pero que a la vez cubra las necesidades de la mamá y del chiquito por nacer.

Es perfectamente viable llevar una dieta vegetariana estando embarazada. Sin embargo, es necesario estar atentas a ciertos requerimientos específicos. Estos, indefectiblemente, deben ser consultados y solucionados con la ayuda de un nutricionista en colaboración con el médico obstetra.

Para las embarazadas que no consumen carne, se hace necesario aprovechar de mejor manera el hierro que se consume. Esto no implica una obligación de consumir más, sino de absorber más. El organismo humano tiende a asimilar con facilidad el hierro proveniente de los alimentos de origen animal; no obstante, no ocurre lo mismo con los del tipo vegetal. Este punto es fundamental, dado que el hierro cumple funciones muy importantes durante el embarazo: contribuye al crecimiento del feto, ayuda a paliar el cansancio y los síntomas del embarazo y previene la anemia ferropénica, entre otras cosas.

Alimentos recomendados: la soja y sus derivados, el salvado y las espinacas, además de otros que contengan vitamina C.

Al no consumir carne, se hace importante la ingesta de proteínas a través de otros alimentos. Este nutriente es esencial porque participa en la construcción de tejidos, músculos y huesos. Además, cumple tareas de regulación y metabolismo. Por lo tanto, una mujer que siga una dieta vegetariana estando embarazada debe procurar consumir proteínas mediante dos tipos de alimentos: Las de origen animal: huevos, leche y, de origen vegetal: legumbres, frutos secos y cereales.

Además de los anteriormente nombrados, también es obligación de la madre incorporar zinc durante la gestación. Este mineral sirve para procesar las proteínas; asimismo, conforma las enzimas que mejoran la actividad cerebral. Por otro lado, el calcio es un nutriente muy importante y debe consumirse en aproximadamente 1.000 miligramos diarios en esta etapa. Es esencial para la formación de huesos del bebé y para evitar problemas en los de la madre. Se puede encontrar en: almendras, avellanas, nueces, brócoli, perejil, algas marinas, repollo, frutas y verduras crudas.

Por último, es necesario hacer mención a las vitaminas. Muchos médicos recomiendan suplementos vitamínicos a las mujeres encinta. Esto se debe a que colaboran en muchos procesos del organismo, dependiendo del tipo de vitamina del cual se trate. Se pueden consumir también en jugos naturales de frutas y en vegetales.

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