
El entrenamiento físico no sólo es bueno para lucir bien, sino también para mantener una buen salud y estado físico. Poner el cuerpo en movimiento evita la sensación de cansancio, hinchazón y la retención de líquidos en una de las zonas de nuestro cuerpo que utilizamos en forma constante: nuestras piernas.
La flexibilidad consiste en que los músculos del cuerpo se alarguen y se adapten a distintos grados de movimiento articular con la mayor amplitud posible. Es una cualidad que se desarrolla y, cada cuerpo tiene sus límites y sus destrezas particulares. Existen distintas rutinas de estiramientos que te ayudan a tener un cuerpo lindo, tonificado, fuerte y elástico y que, también permite que podamos aumentar la flexibilidad en nuestras piernas. Lo ideal es ser constante con los ejercicios. La práctica habitual ayuda a obtener mejores resultados y a conseguir un mayor bienestar general.
Los ejercicios de estiramiento permiten mejorar la fuerza muscular, la circulación, la postura, el equilibrio y la coordinación. Eso sin contar que al hacerlos disminuyen los riesgos de presentar lesiones en los ligamentos y tejidos. En el caso de los deportistas, la elasticidad es ideal para aumentar la velocidad y la resistencia. También, para incrementar la eficiencia del movimiento, economizar los desplazamientos, reforzar el conocimiento del propio cuerpo y, entre otras cosas, para potenciar la relajación física.
Ejercicios para tener mayor flexibilidad en las piernas
Ejercicio mariposa: sentarse en el suelo, preferiblemente sobre una colchoneta. Unir las plantas de los pies frente nuestro y utilizar ambas manos para mantenerlas juntas. Subir y bajar las piernas con delicadeza, como el aleteo de una mariposa. Dejar el torso erguido y permitir que las manos continúen rodeando los pies para mantenerlos juntos. Durante 5 segundos, bajar y subir las rodillas mientras respiramos. Si nos sentimos cómodos, podemos inclinar la cabeza hacia abajo al ritmo en que descienden las rodillas. Intentar que nuestro entrecejo llegue lo más cercano posible a los pies. Volver a hacerlo al menos 4 veces más.
Tocar los pies sin flexionar las rodillas : Respirar hondo. Pararse derecho y juntar tus talones. Si lo deseamos, podemos tenerlos ligeramente separados. Hacerlo de la manera en que sintamos mayor comodidad. A continuación, contraer el abdomen. Inhalar por la nariz y estirar los brazos hacia earriba, de forma vertical. Luego, arquear la espalda con suavidad, cuidando la postura. Volver a enderezar la espalda y exhalar por la nariz mientras bajamos hacia el frente. Intentar que las manos lleguen a los pies mientras mantenemos las rodillas estiradas. Si no lo conseguimos, no hay que preocuparse ya que, con el tiempo iremos ganando elasticidad. Menatener la postura durante al menos 30 segundos mientras trabajamos en nuestra respiración. Inhalar nuevamente y, regresar a la posición inicial. Repetir la serie unas 20 veces.
Estiramiento de piernas en el suelo: Igual que con el ejercicio «mariposa», éste también se realiza sentados en el suelo. Lo primero que debemos hacer es abrir las piernas hacia los lados tanto como te sea posible y dejarlas estiradas. Inhalar con el torso derecho y llevar los brazos hacia arriba. Luego, exhalar mientras llevamos el torso hacia una de las piernas. Estirar como si intentáramos tocar el pie. Lo importante es que no flexionemos la rodilla ni doblemos bruscamente la cabeza. Respirar hondo y regresar hacia el centro con suavidad. Luego, repetir todo el proceso con la otra pierna. Para comenzar a ver resultados, debemos hacer este ejercicio al menos 20 veces por cada pierna.