

Además del triptófano, existen sustancias que nos ayudan a mejorar la calidad de nuestro sueño. Entre ellas podemos destacar la serotonina, la melatonina, el calcio y el magnesio (que permiten las conexiones nerviosas) y las vitaminas del grupo B. Los alimentos ricos en triptófano, como la banana, la piña, el aguacate, la leche, la carne, los huevos, el pescado azul o los frutos secos deben incluirse en la dieta porque favorecen la fabricación de la serotonina y la melatonina. Además, son ricos en magnesio, calcio, zinc, ácidos grasos omega 3 y vitamina B, los cuales son necesarios para que el triptófano se convierta en el cerebro en serotonina y melatonina. Incluir una cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono, como el pan integral, la papa, un poco de miel, también favorecen el sueño, ya que mejoran la disponibilidad del triptófano en el cerebro.
Tomar un vaso de leche antes de dormir : la leche es rica en triptófano, calcio y vitamina B12, sustancias que se asimilan fácilmente e intervienen en la regulación del sueño convirtiéndose el primero en las hormonas principales de éste y los otros facilitando su conversión. Se recomienda tomar laleche templada para potenciar la sensación de bienestar y relajación.
Existen infusiones que por sus compuestos sí favorecen que durmamos mejor, pero no todas las infusiones lo hacen. Todas aquellas que contengan teína van a tener un efecto contrario, ya que es un excitante. Teniendo en cuenta esto, las que sí ayudan a conciliar el sueño son la tila, melisa, valeriana, flor de azahar o pasiflora por su acción sinérgica de los flavonoides y el maltol. Una alternativa a las infusiones, en caso de que con éstas aumente la frecuencia para ir al baño, es ingerirlas en cápsulas.
Por otra parte, los alimentos que contribuyen a quitarnos el sueño y que complican un buen descanso son las bebidas estimulantes. Las principales a tener en cuenta son el café, el té, las gaseosas, y las que contienen alcohol. Éstas últimas, ingeridas en cantidades moderadas pueden inducir rápidamente al sueño; si bien, una vez conciliado la mayoría de las veces lo altera produciendo despertar precoz, apnea del sueño e insomnio. Tampoco conviene ingerir chocolates, ya que contienen cafeína y pueden mantenernos alerta durante horas dificultando nuestro sueño.
También, hay querestringir las especias picantes en la cena, ya que aumentan la temperatura corporal y la hipersecreción de jugo gástrico. Los alimentos que producen dispepsias por flatulencia (legumbres), acidez (especias picantes, café y alcohol) o reflujo (chocolate, menta y comidas grasas) y las que tienen propiedades diuréticas (endivias, apio, berenjena o cebolla) pueden entorpecer el sueño. Hay que evitar en las últimas horas del día los alimentos ricos en tirosina, como las frutas ricas en vitamina C (naranja, pomelo, etc). La carne, los embutidos, los alimentos muy especiados o los precocinados tampoco son de ayuda para el momento de la cena.