
En la actualidad, y pese a que este tema ha sido nombrado y aclarado muchas veces, aún hay gente que considera que es necesario erradicar el pan y las pastas de nuestra alimentación si se busca bajar de peso. Pero esto se trata de un mito.
Sin la ayuda de un nutricionista o profesional idóneo, muchas personas restringen el consumo de pan y pastas, entre otros alimentos que contienen harinas, creyendo que están eligiendo un camino saludable para bajar de peso.
Cuando una persona deja los hidratos de carbono se pierde mucho peso. Sin embargo, ese peso es MÚSCULO y AGUA y un mínimo de grasa. Entonces, de qué sirve bajar de «número en la balanza» si lo que bajamos es músculo y agua. Se baja músculo porque el organismo, al no recibir la suficiente energía, necesita disminuir el gasto metabólico y eso lo hace consumiendo el músculo, ya que este es el tejido que gasta más energía y acelera el metabolismo, entonces cuanto más músculo, más calorías se gastan en reposo y sin hidratos disminuimos ese gasto metabólico. Luego, al terminar la dieta sin hidratos, el peso se recupera pero en grasa. El músculo es fácil perderlo y la grasa es fácil de recuperar.
Se eben incluir hidratos porque perdemos músculo pero también se necesitan porque son la principal fuente de energía, el cerebro se nutre de glucosa (que contienen los carbohidratos) y generan saciedad. Las personas que no comen hidratos son más propensas a picotear durante el día , vivir con hambre permanente o tener un posible atracón. El cuerpo nos va a pedir la glucosa que no le estamos dando.
Por otra parte, lo que lograremos es tener ansiedad. Esta viene cuando eliminamos lo que nos gusta. La ansiedad y el deseo van a aumentar pero no por la falta del alimento en sí sino por la restricción y la prohibición. No hay que eliminar lo que nos gusta, solo moderarlo y saber cuánto y cómo comer.
Tenemos diferentes combinaciones muy nutritivas y saludables para incluir estos alimentos. Se puede combinar fibra (vegetales), hidratos de carbono y proteínas. Estos tres nutrientes juntos hacen que haya más saciedad y no haya picoteo durante el día. Todo depende también de cada persona. Hay personas que por cuestiones gastrointestinales no puede consumir los tres juntos, pero cada caso es particular.