¿Para qué sirve el tomillo?

La manzanilla, el romero, el orégano o la lavanda son plantas altamente conocidas y valoradas desde la antigüedad, las cuales el ser humano ha utilizado de gran diversidad de maneras a lo largo de la historia. Probablemente, las reconocemos principalmente como condimento a nivel gastronómico, pero también cuentan con interesantes propiedades medicinales. Además de las anteriormente citadas, una de las que más destacan y resultan más habituales es el tomillo, el cual se utiliza en gran cantidad de presentaciones y formatos. Una de ellas es la infusión de tomillo.

Llamamos tomillo a una pequeña planta o hierba aromática que es conocida desde la Edad Antigua, existiendo registros de diversos usos dados por griegos y egipcios. Pertenece a la familia de las lamiáceas, al igual que el romero o la albahaca, y cuenta con gran cantidad de variedades existentes. El tomillo ha sido empleado históricamente de muy diversas maneras, como por ejemplo como cosmético o aromatizante (no en vano su nombre parte de la palabra griega thymos, que hace referencia a su potente olor), en rituales funerarios y especialmente como condimento en forma de especia, se trata de una planta que se encuentra predominantemente en el Mediterráneo, siendo habitual en países como España o Grecia.

También, resulta conocida por sus propiedades medicinales, derivadas de la gran cantidad de componentes esenciales y diferentes tipos de nutrientes, vitaminas, antioxidantes o minerales. El tomillo puede ser empleado de gran cantidad de maneras, consumiéndose tanto como una especia como en aceites o incluso como infusión. En este último caso, su preparación es extremadamente sencilla. Precisamos únicamente de infusión y agua. Ocasionalmente, también se suelen añadir otras hierbas, como el romero. Además, habitualmente se utiliza también azúcar, edulcorante, miel o algún tipo de elemento que permite darle un sabor algo más dulce. Para prepararla, en primer lugar debe procederse a poner una cantidad suficiente de agua (la cantidad exacta puede variar dependiendo de la cantidad que queramos elaborar) en una olla o recipiente y calentarla al fuego, hasta que hierva. Una vez el agua esté en ebullición, deberá añadirse el tomillo y dejar que la mezcla hierva entre 10 y 15 minutos. Hecho esto, se retira del fuego y se deja reposar. Finalmente, se procederá a filtrar la mezcla y añadir si se desea el tipo de edulcorante que se prefiera. Puede ser consumido por personas de cualquier edad, incluyendo niños, si bien existen como veremos posteriormente algunas excepciones.

El tomillo en infusión presenta una gran cantidad de interesantes propiedades:

1. Es antiinflamatorio

La elevada cantidad de polifenoles del tomillo provoca que esta hierba tenga un efecto claramente antiinflamatorio, pudiendo ayudar a rebajar inflamaciones de lesiones y heridas además de las propias de una infección bacteriana.

2. Combate diversos problemas respiratorios

El tomillo es de uso habitual cuando tenemos algún problema de tipo respiratorio, poseyendo múltiples propiedades muy útiles para tratar diversas condiciones molestar y dolorosas. Posee un efecto broncodilatador, que ayuda a abrir los pulmones, a la par que es antitusivo y antiespasmódico, relajando y aliviando la irritación de las vías aéreas. También favorece la expulsión de moco y flemas.

3. Reduce problemas digestivos

Ha demostrado ser de utilidad en el tratamiento de molestias gastrointestinales, así como en la reducción de los gases. También, aumenta la síntesis de jugos gástricos y reduce la hinchazón abdominal.

4. Propiedades antisépticas y cicatrizantes

Gracias a sus múltiples componentes, el tomillo tiene un importante efecto antiséptico, motivo por el cual suele emplearse su infusión vertida sobre paños o gasas de cara a ayudar a limpiar y desinfectar heridas cutáneas o incluso oculares. Además, ayuda a la cicatrización, favoreciendo la recuperación de lesiones.

5. Efecto antioxidante

Contiene una interesante cantidad de flavonoides, sustancias las cuales pueden considerarse antioxidantes. Esto permite reducir el envejecimiento celular y los daños provocados por radicales libres, algo que puede afectar tanto a nivel cutáneo como orgánico o, incluso cerebral.

6. Fortalece el sistema inmune y ayuda a luchar contra la anemia

Resulta de gran utilidad a la hora de fortalecer el sistema inmune, entre otras cosas por su alto contenido en vitaminas, hierro y minerales. Ello dificulta que puedan aparecer infecciones e incluso permite combatir casos de anemia.

7. Reduce el dolor y malestar propio del síndrome premenstrual

Tiene un efecto calmante de estos dolores, en parte también por sus efectos antiinflamatorios.

8. Es diurético

Es un elemento diurético que facilita la micción, algo que a su vez facilita la eliminación de elementos nocivos a través de la orina y dificulta infecciones en el sistema genitourinario.

9. Calmante

Tiene un efecto sobre la psiquis, teniendo un efecto relajante que permite rebajar el nivel de activación, la tensión y la ansiedad. Además, también reduce la tensión arterial.

Contraindicaciones

Concretamente, se recomienda evitar un consumo excesivo en aquellas personas con problemas cardíacos, al poder llegar a causar bradicardias que en algunos casos puede ser peligrosas. También, deberán evitarlo aquellas personas con úlceras y problemas digestivos crónicos, personas estreñidas (podría agravar dicha situación) o alergias a esta especia. Por último, debe evitarse su consumo durante el embarazo, dado que puede llegar a generar contracciones, abortos espontáneos o embarazos prematuros. Tampoco durante la lactancia, ya que disminuye la cantidad y calidad de leche.

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