
La manzanilla es una planta herbácea que puede alcanzar los 60 cm de altura. Se distribuía originalmente en la zona de los Balcanes, el norte de África y Asia occidental, pero actualmente se cultiva en muchos países del mundo como España y Argentina. Se trata de una de las hierbas medicinales más antiguas de las que hay conocimiento, y se cree que el interés por ella surgió debido a su intenso aroma. Eso llevó al descubrimiento de las diferentes propiedades que la hicieron tan famosa.
Actualmente, es una de las plantas más consumidas en forma de infusión. Hay gente que habla de “té de manzanilla”, pero es una expresión un tanto incorrecta. Si queremos referirnos la preparación con agua caliente de esta o cualquier otra planta que no sea té (té negro, té verde, etc.), es necesario hablar de infusión.

1. Ayuda a una buena digestión
En situaciones en las que sentimos que no hemos digerido bien una comida y tenemos malestar, dejarnos ayudar por las propiedades de la manzanilla siempre es una buena idea. Su capacidad para relajar a nuestro cuerpo ayuda al aparato digestivo, fomentando los movimientos que el estómago y del intestino necesitan realizar de forma coordinada para promover una buena digestión. Alivia los dolores abdominales y la indigestión.
2. Calma y reduce la ansiedad
Otra de las razones por la que mejor se conoce la manzanilla es por sus poderosas propiedades calmantes. Una infusión de manzanilla puede ayudarnos a calmar nuestros ánimos en situaciones en las que estamos un poco alterados. El momento en el que más se usa es cuando vamos a dormir, ya que ayuda a poder conciliar el sueño.
3. Disminuye el estrés
También tiene influencia en el aparato nervioso, que tantas personas a menudo tienen sobreestimulado y no saben cómo hacer para relajarlo. La infusión de manzanilla puede ser una aliada en situaciones de mucho estrés, ya que permite calmarnos, gracias a sus efectos sedantes, para afrontar mejor las situaciones con las que tenemos que lidiar.
4. Ayuda a controlar la diabetes
Se puede usar para ayudar a controlar algunas enfermedades metabólicas, como es el caso de la diabetes. El consumo diario de esta hierba en forma de infusión puede ayudar a controlar el índice glucémico, es decir, la cantidad de azúcar en sangre. Esto mejora los síntomas de la enfermedad de la diabetes.
5. Refuerza el sistema inmunitario
Su buena acción en los órganos del aparato digestivo es muy relevante para el buen funcionamiento del cuerpo, y en gran medida esto es gracias a su acción en el sistema inmunitario que tiene desde ahí. Es capaz de reducir las infecciones del tracto digestivo y beneficiar la flora intestinal. Esto, a su vez, ayuda a disminuir la hinchazón abdominal. De este modo, las propiedades de la manzanilla protegen y refuerzan el sistema inmunitario, previniendo enfermedades infecciosas y atenuando estados inflamatorios.
6. Ayuda a tratar heridas e impurezas cutáneas
Ayuda a proteger las células de daños externos. De esta forma, se evita que la piel se pueda infectar o dañar con procesos inflamatorios. Por otro lado, la manzanilla está compuesta por compuestos fenólicos y taninos. Estos ayudan a retardar el envejecimiento celular y promueve la producción de colágeno, el cual es muy importante para la cicatrización de la piel.
7. Alivia los dolores menstruales
Muchas veces, los dolores menstruales pueden ser dolorosos, y la manzanilla colabora en atenuarlos. Para reducir los síntomas premenstruales y menstruales se puede tomar una infusión de manzanilla a partir de la tercera semana del ciclo menstrual.
¿Cómo preparar una infusión de manzanilla?
Preparar una infusión de manzanilla es muy sencillo y se puede hacer básicamente de dos modos. Puede prepararse mediante flores secas de la planta o mediante bolsitas ya preparadas, las cuales se venden en herboristerías o todo tipo de supermercados. Si optamos por la preparación mediante las flores, todo lo que hay que hacer es hervir un vaso de agua y colocar en él unas dos cucharaditas de flores de manzanilla. Luego hay que cubrir y dejar reposar unos 10 minutos. Finalmente, se puede usar un colador para quitar las flores y quedarnos solo con el líquido de la infusión. También, puede ser interesante añadir otras plantas con propiedades medicinales en la misma infusión. La menta o el hinojo son dos hierbas que tradicionalmente se preparan con la manzanilla para potenciar sus beneficios y también para obtener otros complementarios.